sábado, 11 de diciembre de 2010
Que...
martes, 7 de diciembre de 2010
La calle del olvido
No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas… Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa, y esas maneras, y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además lo he visto serio ser él mismo, y en serio que eso no se puede describir en un poema.
Eso que me cuentas de “míralo, cómo bebe las cervezas”, y cómo se revuelve sobre las baldosas, y qué fácil parece a veces enamorarse… Todo eso de que él puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir viva -y a la mierda con la autodestrucción-, todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor, es un cuento que me sé desde el día que me dio dos y me dijo su nombre.
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que él aparezca de golpe y de frente para decirte: “Venga, hazte un peta… y me lo cuentas”. No sabes lo que es despertarte y que el se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy la primera que entiende el que pierdas la cabeza por su sonrisa, y el sentido por sus palabras, y el pecho por un mínimo roce de mejilla. Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento.
Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada… que hace tiempo que escribo los míos. Que yo también lo veo. Que cuando él cruza por debajo del cielo solo las tontas miran al cielo. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio inferior. Que conozco su voz en formato susurro y formato gemido, en formato secreto y formato suspiro. Que me sé sus cicatrices y el sitio que le tienes que tocar en el Este de su pie izquierdo para conseguir que se ría. Y me sé lo de sus rodillas, y la totalidad de los secretos que se esconden bajo su camisa.
Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero además el número de sus escalones, y el número de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías. Que no sólo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones de decirle que no a nada porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente él mismo, rendido a ese puto milagro que supone que exista. Que lo he visto volar por encima de promesas que valían mucho más que estos dedos, y lo he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que le puso el camino, y lo he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana. No me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo, porque solo los sueños pueden posarse sobre las seis letras de su nombre.
Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre el mismo.
Que razones tenemos todas. Pero yo... Muchas más que vosotras.
Como la vida misma.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Mierda de devilidad.

Y que de lo único que tengo ganas es de permanecer a tu lado. Que el mundo da vueltas sin sentido sin no estoy contigo.
Pero el orgullo... El orgullo me dice que estoy demasiado dolida para quererte y que devería odiarte, que eso es lo correcto y lo único que te mereces.
Caigo otra vez en tu juego de bocas, y como siempre, acabo perdiendo.
jueves, 21 de octubre de 2010
Pequeño relato
Tiemblo, lo hago a menudo cuando estoy cerca tuya.
Nervios, los siento siempre que nos miramos fijamente.
Y todo porque todo se acabó. Así de simple y sencillo.
En cambio estamos aquí, sentados en esta pequeña mesa de salón, uno enfrente del otro, respirando con suma difícultad, y, en estos momentos pienso que coño es lo qué se avecina.
Sonríes dulcemente, así de repente, y coges mi mano; no la aparto, ¿Por qué? Por educación, pienso, pero es obvio que no. La educación nunca ha sido lo mío. Será que me apetece sentirte un rato más, como si fuera la última vez.
Te pones a hablar, no paras, sonríes y se te iluminan los ojos de esperanza. No se lo que dices, no te estoy atendiendo mucho, no me apetece. Me apetece ver tu enorme sonrisa, uno de los dientes de abajo está ligeramente torcido, por lo demás, tu boca es perfecta...
¿Qué?¿Acabas de decir algo de intentarlo? No estoy segura, pero me estás mirando con los ojos llenos de dudas y temor. Lo único que se me ocurre decir son dos palabras, de lo único que estoy segura y te puedo decir con toda sinceridad:
Es innecesario
Y construír poemas de cuerpos derrumbados,
de fuego, de sudor, de ventanas apagadas,
de líquidos encuentros y seguras derrotas.
Parece innecesario, mas aún transitan hojas
y más hojas y libros además.
Destruyen en el silencio de fuerte arquitectura
los que callando amamos con fuerte intensidad.
Parece innecesario hablar de amor a veces.
Para olvidar sin saña las banderas del odio
o las lágrimas humildes de quien no tiene futuro.
Y no pedir perdón por ignorar que somos.
jueves, 14 de octubre de 2010
Adiós para siempre.
Pero ahora estoy aqui, entre tus brazos llorando, no quiero separarme de ti, pero el destino así lo decide. No te volveré a ver, amor mío, no te volveré a abrazar, no te volveré a besar y no te volveré a decir te quiero. Y lo más importante, no te volveré a coger de la mano bajo la lluvia, empapandonos hasta no poder más, pero segui ahí, debajo del cielo, mojandonos sin más, porque al fin y al cabo, era nuestro momento especial, nuestro momento de dos. Adiós vida mía, solo me queda decirte:
Que te vaya bonito, y , cada vez que llueva saldré a la calle y pensaré en ti, te cogeré de la mano estés donde estés, yo se que tu la vas a sentir, lo sé.
lunes, 13 de septiembre de 2010
viernes, 10 de septiembre de 2010
Vida
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Adicción
El mejor de los placeres, sin duda alguna, deslizarme entre tu cuerpo, buscando el éxtasis prohibido. Y que comience el juego de dos. De nosotros dos. Placer, sexo y sudor. Junto todo en una habitación. Juego de niños en la oscuridad. Placer sin igual. Amor desenfrenado entre jóvenes romances que serán efímeros, pero que llegan al alma. Acabar la pasión desenfrenada entre sábanas revueltas y suspiros.
Y abrázame, abrázame tan fuerte que nunca me pueda ir, que lo único que quiero es estar contigo.
Pero después de la noche, llega la mañana. Te veo a mi lado y me tranquilizo. Miro tu boca, soy adicta a ella. A su roce, a su lengua y a su fuego. Soy adicta a su pequeño juego.
Te veo dormir suavemente, y te doy un beso en la mejilla para despertarte, eso es riqueza, lo demás son tonterías.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Quiero besarte
- ¿Sabes? Me encantaría vivir solo para mis deseos.
- ¿Y por qué no lo haces?
- Sería demasiado egoísta para el resto del mundo.
- No, lo que es egoísta es que el mundo entero pretenda que pienses antes en ellos que en ti. ¿Qué son ellos para ti? Nada. Pero tú eres tu propio mundo, lo único que tienes. Piensa más en ti, haz lo que desees.
- Quiero besarte.
- Pues hazlo.
- ¿Me dejas?
- Te estoy diciendo que lo hagas ¿no?
jueves, 12 de agosto de 2010
Te deseo
Frustración y rabia se suelen entremezclar en mi cabeza al saber que estamos en puntos diferentes en nuestras vidas. Ni yo seré tuya ni tu serás mío. Que me muero por volver a probar tus labios y me entierras al no dejarme.
miércoles, 11 de agosto de 2010
¡Frena!
A veces me paro a pensar lo que conlleva vivir, respirar, existir y todas esas tonterías.
Me paro a preguntar sobre qué es lo que hay que hacer para ser alguien, o si simplemente hay que tener suerte.
Si es mejor vivir en una familia de ricos con todo hecho, o si lo interesante es ser pobre y subsistir.
O si, por lo contrario, lo único interesante en esta vida es aprender a vivirla tal y como te toco, tal y como te lo ha ofrecido tu destino.
¿Y se puede cambiar ese destino? Yo pienso que con esfuerzo si, pero al fin y al cabo, todo está en nuestra mano, en lo que queramos hacer con nuestra vida y cómo.
Porque, no es lo que haces, sino cómo lo haces.
Ella se sentía libre
Estaba sentada sobre el columpio más alejado del parque que pudo encontrar. Se sentía frustrada.
Amaba la pintura y no era capaz de utilizar el pincel de una forma lógica, y necesitaba los cuadros hechos para pasado mañana. Si no los tenía, adiós a su trabajo.
Pero la frustración seguía con ella, y no era capaz de pensar ni de inventar algo. Nada era lo suficientemente bueno para presentarlo, nada le gustaba.
- Quizás lo que pasa es que pintas pensando en los demás en vez de en ti misma.
- ¿Perdón? – ante Ana se sentó un niño de unos ocho años aproximadamente. La piel blanca del niño contrarrestaba fuertemente con su cabello negro carbón.
- Digo – dijo el niño – que deberías pensar en ti y en lo que a ti te gusta, no en lo que puede gustar a la gente. Deberías expresarte como hacías cuando eras joven y pintabas aquellos maravillosos cuadros.
- ¿Y tu quién eres? ¿Cómo sabes todo eso?
- Que mas da quien yo sea o deje de ser, solo recuerda, lo importante es expresarte, pensar libremente, tener una menta llena de ideas y plasmarlas, en tu caso, con la pintura. Vete a tu casa, coge el pincel y llena esos lienzos de los colores más maravillosos que se te ocurran. Dibuja imágenes sin sentido que plasmen tu desdicha, tu gracia, tu alegría, tu odio, tu amor, tu honor… Dibuja lo que sientes. Pinta con explosión.
Ana no tenía palabras para todo aquello, ese pequeño niño le acaba de abrir la mente, tenía razón, iba a subir a su casa y llenar los lienzos con miles de explosivas de ideas, y ya tenía una, una maravillosa.
- Gracias pequeño, te debo una.
- De nada, yo estoy aquí para ayudarte, ahora márchate y pinta.
- Si.
Ana corrió hasta su casa, cogió un pincel, óleos y muchos lienzos. Y comenzó. Su mente era un estallido de ideas, una locura desenfrenada de colores y sentimientos e imágenes, que poco a poco, parecía que cobraban vida.
Lo pintó todo con tanto sentimiento que el corazón se le iba a salir del pecho. Estaba emocionada, hacia tiempo que no se liberaba de una forma tan radical. Y a la mierda si no gustaba, ella se sentía libre. Y eso, es lo único importante.
lunes, 2 de agosto de 2010

Cuando te sientes preso por ese sentimiento, presa de las actitudes de esa persona, te sientes preso, sin ser capaz de pensar en otra cosa, sin querer salir de casa. Lo único que quieres es estar encerrada, sin nada más que tu soledad. Y es cuando piensas : "¿Por qué?" Sin obtener más respuesta que el silencio.
Vas a tenerlos

Siempre que lo necesites vas a tener mis labios, porque para mi es vital rozarlos. Que si abres la puerta no la podré cerrar nunca más. Que te has convertido en mi cielo, y yo solo soy otra nube más que vaga atolondrada por ti. Que s me vuelves ha decir te quiero de esa manera, no respondo de mis actos.
viernes, 30 de julio de 2010
Con pitillo en mano y whisky
jueves, 15 de julio de 2010
Víctima del amor
Querido amor:
Todo, todo me ha salido mal desde que te conocí. Mi familia ya no confía en mí, mis amigos me han dado de lado, y yo, yo solo pienso en ti. Mientras duermo, como o trabajo, yo solo pienso en ti. Estoy en la cuerda floja de la vida, si te vas, ya no me quedará nada. Pero, por otra parte, quiero que te vayas, para poder tener mi vida, recuperar lo que es mío, y no respirar solo por ti, sino también por mí, y por la gente que me importa. Que se y sabes que mi mundo eres tu, pero quiero que cambie, te amo, pero quiero dejar de sufrir, quiero volver a ser la que era, y, sobre todo, recuperar mi vida. Por la que luchaba. Por la que sonreía cada día. Por la que me apetecía que amaneciera todos los días.
Pero de repente, llegas tú, y por un simple beso de tus labios mataría.
Firmado por: Una víctima del amor.
sábado, 10 de julio de 2010
viernes, 9 de julio de 2010
Drogas.

Se mira atentamente, ¿quién es él en realidad? ¿Qué hace en este mundo sin sentido? ¿Qué hace pisando el suelo? ¿Qué hace preguntándose sobre la vida? A veces quiere que todo sea más fácil. Quiere no tener las discusiones que tiene con su padre, que su madre no llore cada vez que entra borracho a casa, solo y medio en coma. Quiere buscar la explicación a su adicción por las drogas, esa manera tonta de irse del mundo, matándose lentamente. Esa manera de distorsionar la realidad, creer que estás en el gran paraíso, cuando en realidad no eres más que un trozo de mierda consumiéndose como una colilla. Pero te vuelves a levantar, pensando, “hoy va ha ser diferente” pero no, vuelves a caer en el vicio, en esa necesidad que tu mismo te creaste.
Se vuelve a mirar las venas, no sirven para nada más que para pincharlas, mas por ellas corre sangre, corre vida. Corre tu puta mierda de vida.
“¿Qué me ha pasado? ¿Por qué ya no quiero, ni intento, ser feliz? A si…” Piensa, “Todo fue por ella, porque ya no me quería, y yo, yo imbécil, la seguía amando. Ella es la culpable de mi mundo, de un mundo de mierda, lleno de dolor. Por ella me meto mierda en el cuerpo, por ella… Ahora la única compañía que tengo es la dulce arma blanca, convertida en polvo. Uhmmm, una ralla, ahhh, otra.” Y así, hasta caer otra vez rendido, sin poder moverte, muerto, pero vivo. Vivo porque aún respira, con dificultad, pero respira. Muerto porque ya no tiene una vida propia, porque ya nada le pertenece, y porque da asco y ella… ella ya no le quiere.
Gran cielo
Todavía tienes que aprender a saber lo que es la tristeza. Apenas has sentido un poco de dolor. Incluso los sentimientos que tengo por ti, tienen que ser expresado en palabras. Al despertar de un sueño, en un mundo desconocido ¡Abre tus alas y vuela alto!
Si pudieras volar, no querrías volver a bajar jamás. Solo tienes ojos para ese gran cielo azul. Sabes que si lo lograras, encontrarías lo que buscas. Intenta liberarte hacia ese gran cielo azul.
lunes, 28 de junio de 2010
patinaje
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Gira, salta, vive el patinaje. Siente como los patines te deslizan a una gran velocidad, suavemente, sintiendo el aire que te refresca suavemente la piel.
Siente esa sensación de un salto perfecto. De ese doble Salcof que te eleva a las alturas. De esas piruetas que no dejan de girar, y tú con ellas, porque tu eres parte de esos patines, son una prolongación más de tus piernas, una parte de tu cuerpo. Esa manera artística de vivir, esa manera de sentir un deporte que ya es parte de tu vida, porque tú haces que sea tu vida. Gira, salta, vívelo, disfrútalo y sobre todo diviértete.
viernes, 18 de junio de 2010
Se fuerte

Ella corre descalza por casa, corre a su encuentro, corre a sus brazos. Hace siglos que no lo ve. En realidad solo semanas, pero parece una eternidad.
Abraza a su hermano estrepitosamente, y él la levanta del suelo, aun abrazándola. Ella toca su cabeza, se ha quedado sin pelo ¿Por qué? se pregunta la pequeña.
La madre de ambos, de rostro cansado y de ojos llorosos les dice que pasen dentro de la casa.
Ella, en la inocencia de su infancia le pregunta a su padre, de semblante pálido, que le ocurre a su hermano y él se limita a responder:
- Algo que lo consume por dentro.
La niña, sin saber a lo que se refiere, va ha junto a su madre a que se lo explique, y esta, sin mayor explicación para la niña, la abraza y comienza a llorar, desconsoladamente.
La niña no entiende el drama familiar, la niña, ni siquiera sabe lo que es un drama. Y después de una mayor confusión, va hacia su hermano, y le pregunta qué ocurre, por qué no es nada como ella recuerda, aun que, dice, pocos recuerdos tiene que sean distintos.
- Nadie sabe lo que me pasa, y puede que el día menos pensado no este aquí contigo, pero tú tienes que ser fuerte.
- ¿Y por qué no vas a estar? ¿A dónde te marchas?
- Es un sitio muy lejano, al cual espero que tardes mucho en venir.
- ¿No quieres estar conmigo?
- Claro que si, me encantaría pasar muchos momentos a tu lado, defenderte, abrazarte, aconsejarte en tu primer amor… Me encantaría hacer tantas cosas, pequeña… Pero a veces la vida tiene otros planes para nosotros, y aun que tenemos que ser fuerte, acabamos por perder, tarde o temprano, nadie gana al juego de la vida, a su juego.
- No entiendo muy bien lo que me dices, yo aún soy pequeña, pero te prometo que en cuanto me haga fuerte te voy ha ayudar, y podremos hacer todo lo que dices y más, muchísimo más.
- Claro que si… se que siempre estarás a mi lado, y yo al tuyo.
Un mes después la niña se viste de negro, tiene cinco años, y no sabe que pasa, todo a sucedido muy rápido, solo sabe que todo el mundo está llorando. Su madre grita desconsoladamente el nombre de su hermano, pero él no aparece ¿Por qué haces llorar mamá? ¿Dónde estás? Aparece de una vez… Te echo de menos…
La niña se encierra en el cuarto de su hermano, y se tumba en su cama, como hacia tantas otras veces que se quedaba sola… ¿Por qué se quedaba sola? Alguna vez escucho algo de un hospital, pero aun no entendía bien…
Hermano, aparece por favor, quiero un abrazo, no se por qué, pero estoy llorando, con muchas fuerzas, y es por ti…
La ventana está abierta y una fuerte brisa entra en la habitación, en una de las ráfagas entra un pequeño avión de papel, ella lo coge, con su diminuta mano, y lo abre, y puede leer, una frase, una sencilla frase, que hace que los llantos cesen y que la niña comprenda que tiene que ser fuerte, y lo será….
“Yo también te echo de menos, estoy bien. Deja de llorar y lucha por tu vida.”
miércoles, 16 de junio de 2010
Después, será un recuerdo

Aprenderemos a vivir un poco más, creceremos y maduraremos, olvidándonos poco a poco de los momentos vividos, pero que, tarde o temprano, salen a flote, y lo único que puedes hacer, es recordar, y con ese recuerdo, reír o llorar, de una forma hermosa, siempre de una forma hermosa…
sábado, 12 de junio de 2010
Sociedad de mente plana

Y si, lo prohibido me da morbo. Si te dicen “no lo hagas”, vas tú y lo haces, porque esa sobredosis de adrenalina es lo que hace que sigas en pie gritando más y más. Amantes de lo prohibido, de la ilegalidad y de lo mal visto por la sociedad de mente plana. Por esa sociedad que se empeña en prohibir la diversión y la libertad. En un mundo donde encierran a gente poblando cárceles sin sentido, en vez de intentar solucionar los problemas. No, es más sencillo prohibir. Pues no queremos ponernos serios, queremos amar lo prohibido y la diversión, así el mundo es mucho más sencillo. Ama y respeta, sin dejar de luchas por tus ideales. Amantes de lo prohibido.
Y que mas da
Tortuoso amor
Leer sobre el amor, acerca de un amor tan grande, la conmueve. Y, de repente, siente no poder experimentar esas cosas, no sentirse así cuando piensa en él. Cierra el ordenador. Pero otra lágrima desciende desdeñosa y le moja la rodilla. Y ella se echa a reír y sorbe por la nariz. Luego se detiene. Se queda en silencio. Y después se enfada. Sabe perfectamente que no puede hacer nada por todo aquello…
En un mundo...
En un mundo donde lo irreal es lo que la gente desea que suceda, donde lo que pasa día a día no es más que el producto de errores del pasado. ¿Estoy dispuesta a vivir así? No lo sé. ¿Por qué tengo yo que sufrir las guerras que mis antepasados causaron y no fueron capaces de solucionar? ¿Por qué tengo que ser yo la que escuche los gritos ahogados de los que sufren por culpa de otros?
En un mundo donde aún ciencia y religión siguen peleando por ver quien tiene razón, en vez de dejar simplemente paso al progreso.
Un mundo lleno de oscuridad, la vida no es fácil, nunca la hemos hecho fácil, y nunca la haremos.
Observa bien

¿No lo ves? Es un nuevo sentimiento, algo que te lleva a las alturas, a cometer locuras, a perderte por exóticos lugares, a envolverte entre sábanas que no te pertenecen, a sentir con mayor intensidad. Un sentimiento que te hace llorar, apagarte, desconectarte del mundo. Que te hace volar, volar muy alto. Y hacerte daño en la caída. Mucho.
Es un sentimiento contradictorio, difícil, tan hermoso que produce ganas de llorar, de llorar y sonreír, de llorar y matarte, de llorar y amar. Y amar con mucha fuerza, amar con locura, amar débil o fuerte, amar de forma extraña o amar de forma dulce y apasionada. Todo. Nada. Es todo y nada. Te da muchas cosas, te quita muchas otras. Pero todo es compensable si amas con sinceridad, si lo haces, puedes hallar la manera de vivir locamente enamorada. Puedes hallar la manera de soñar despierta. Y puedes hallar la manera de no necesitar ni dormir, que lo único que quieres es estar con él. Es estar para él. Y así, estar juntos todas las noches, todos los amaneceres, todas las tardes. Comer juntos. Bañaros juntos. Vivir el uno para el otro. Solos, pero con todo lo que necesitáis. Todo lo que dure un para siempre.